viernes, 23 de diciembre de 2011

Que las penas no se olvidan ni con porros ni bebida

Salir de casa y el mismo ciclo de siempre: dar tres pasos, sacar la cajetilla y encender un piti. Vale, en ocasiones hay que cambiar las vocales por una "e" y una "a"... Pero y qué (?) es mi vida, no dependo de nadie. Bueno, en ocasiones de una botella de Befetter y una copa de cristal rajada por la base... ¿Y todo por qué? por tener una capacidad llamada imaginación, vivir en una nube llamada ilusión y aparecerse un muro en mi camino llamado puta realidad. Resumimos (?) POR TU CULPA. Por que sí, en parte quererte era cosa mía, pero en la otra parte era tuya... Tenía claro que los tíos tienen el sentimiento del amor en los ojos, pero lo que aún dudaba era que las tías lo tenemos en el oído. Esas palabras fingidas que producían en mí un ligero cosquilleo que me recorría el cuerpo entero; ellas también tuvieron mucha culpa de mi actual situación... Posiblemente también esté sufriendo una crisis de psicología inversa pensando que volverías arrastrándote al ver que fracasaste cuando me decías que dejara mis noches de fiesta, que no tirase el dinero en lo que ahora junto al silencio es mi mejor amigo... Sigo perjudicándome sabiendo que a ti te da igual... Pero creo que llegó la hora de terminar con esto, sacar mis mejores vestidos que guardé para complacerte y volver a ser yo. La yo que todos conocen y la yo a la que todos quieren... Creo que se terminó el chollo de que disfrutases viendome sufrir, ahora solo voy a pensar en mí. ¿Que un día quiero estar feliz? me lío un peta. ¿Que al otro me quiero arreglar y salir a tomar una copa? Pues lo haré, pero por mí, con o sin límites, sabática o tranquilamente, pero siempre por mí. Llegó la hora de aprender a ser feliz sin ti.


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