domingo, 2 de diciembre de 2012

Princesas sin título, expertas en la vida.

Dicen que las malas lenguas hablan, que la envidia es mala y que los celos matan. Verdad o no, es como lo pintan. Miras a tu alrededor y no ves más que gente, personas, símiles a ti, seres humanos que en mayor parte manchan el mismo sustantivo. A veces me pregunto si existió el día en el que cada persona vivía su vida sin meterse en los asuntos que no le incumbían, si el tema de conversación era otro que la puta del bario follando con el chulo de turno, si la gente criticaba o no la manera de vivir de la gente. ¿Te lo imaginas? Haces lo que crees correcto y aunque te equivoques nadie te juzga por ello. Pero la verdad, si existió eso o no importa poco, ahora está eso del hoy y parte de lo del mañana... ¿Vistes ajustado? Eres una puta. ¿Llevas ropa ancha? Marimacho. ¿Bebes? Borracha. ¿Ligas? Zorra. ¿Hablas? Te pasas. ¿Te callas? Falsa. Esto es así. ¿Mierda? Puede.
Se habla de héroes en esta sociedad, pero para mí no existen. Al menos en género masculino. Heroínas a montones. Bueno, sin exagerar tanto. Una heroína para mí esa que siempre sonríe, y aunque esté en el borde del abismo hace lo imposible por sacarle a todo el mundo una sonrisa. La verdad como máscara transparente, las cosas claras y el freno echado, que las prisas no son buenas. Calar a la gente, luego ya si eso juzgarla. Llevar vestido y unas bambas. Ser lo que quiere ser, porque querer en la mayoría de los casos es poder. No soñar cada noche algo distinto, luchar por los pocos sueños sinceros hasta cumplirlos. ¿Que quiere algo? Se deja la vida en conseguirlo. Parece fácil, ¿verdad? Pues esas chicas son las mismas que de pequeñas las han pasado más que jodidas, esas que han tenido que ver lo jodida que es esta vida, que han crecido entre problemas que aún siguen teniendo, esas que cada noche ahogan a su almohada con lágrimas sin sentido que solo buscan un 'por qué'. Que se enamoran rápido, que confían mucho, que se preocupan demasiado cosas por cosas insignificantes, que lo dan todo por gente que no merece nada, que les dan mil patadas y siguen ahí como si no sintieran nada. Perdonan pero no olvidan, y pocos más que ellas saben lo verdaderamente puta que es la vida. Esas son unas princesas, princesas de algo que no tengo muy claro qué es, princesas sin corona y sin que nadie se lo reconozca, de esas que todo el mundo quiere en su vida pero las echan sin darse cuenta. De esas que mueren con cada detalle y aprecian las pequeñas cosas. De esas que con poco consiguen mucho. Las miras a los ojos y te acojonas leyendo las historias que cuentan sin decir nada. Esas princesas que sin ellas, aunque no nos demos cuenta, la vida se nos haría más espesa.

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