sábado, 3 de agosto de 2013

No te rindas, pequeña.

Sin salida como en un callejón. Te atrapan las dudas, te apresan los problemas y no puedes hacer nada más que aguantar. Fingir sonrisas es lo que mejor se te da. No sabes si gritar o callar, pero sientes la necesidad de huir, salir corriendo, chasquear los dedos y descubrir que todo ha sido un mal sueño. Día tras día preocupación y remordimiento de culpas que ni mínimamente son tuyas, pero tú así las sientes. ¿Mejoría? Ni de lejos. "Eres fuerte, pequeña" es lo único que te consuela, aunque dentro de tu cabeza una voz repita que vas a perder otra de tus guerras. Ardes en un infierno personal, cómo no, lleno de problemas. ¿Amigos? De esos pocos quedan, y no te atreves a pedir ayuda por el miedo de obtener un no como respuesta. Luchas en un intento de parecer ser feliz, cuando lo único que tienes para ello esta más que lejos. ¿La música? Lo único que ayuda. Y aun con ese sentimiento de no poder más, de ser el banco que de tanto peso se hunde, sigues luchando, sigues intentándolo. Muchos quieren hundirte, pero tú, pequeña, estás más que acostumbrada a eso. Has recibido palos de quien no te lo esperabas, pero sigues estando con ellos como si nada. Eres de las mejores personas que he conocido, princesa (que nadie más que tú merece ese título). Con poco, sigues adelante, y por muchas hostias que te da la vida no desaparece de tu cara la sonrisa. Tienes más cojones que sentimientos rotos, y mira que son muchos... Deja secar la almohada y ponte algo bonito. Sal, ignórales, lo único que quieren es verte caer aun sabiendo que tú vales más que toda la mierda que te puedan echar. Que no importan los chicos que te hayan hecho llorar ni todas las falsas amistades que ni eso son ya. Los recuerdos no se olvidan, pero a veces hay que aprender a ignorar. Nadie más puede demostrar todo lo que puedes aguantar, y sabemos bien que es hasta donde tú quieras luchar. Hablan, pero no saben tu historia, tus por qués, todas las preguntas que tienes sin resolver. Derecho a equivocarse todos tienen en la vida, y por suerte o desgracia ellos viven en su continua mentira. No te quites la sonrisa ni aunque te den oro por ella (porque aun no tiene precio). Las lágrimas, por los pocos que merecen la pena. La envidia es mala, y los autoánimos (ya que no hay nadie para brindarlos) siempre ayudan. 

viernes, 4 de enero de 2013

A dos pasos, la sonrisa con palos, a tres, la ansiada felicidad.

Llegas a un punto en la vida en el que te das cuenta de que todos los minutos, todos los segundos de tu vida no han sido en vano, que no existen las casualidades, existen las causalidades, que todo pasa por algo, que entre el blanco y el negro hay una larga escala de grises. Tras la tormenta escampa. Decir que la tormenta ha durado todos estos años sería exagerar, pero poco no ha sido; hoy puedo decir que ha merecido la pena aguantar. Después de la tormenta llega la calma, pero yo he tenido la puta suerte de ver el paraíso, de rozar el cielo con mis propios dedos, de ver que quien la sigue la consigue. En cuatro días me pillé un ciego de sonrisas con todas esas que llevaban tiempo sin aparecer. ¿Que os resuma mi vida? Seis letras, un nombre propio, hasta dos apellidos puedo daros; pero de poco serviría. Vamos despacio, que no hay ninguna prisa, una vida da para mucho. Hoy te echo de menos, pero en un mañana que no nos queda muy lejos me voy a poder hasta cansar, aunque no creo que lo haga.
Puedo decir de la felicidad que es demasiado fácil de alcanzar, y sé que no me creeríais, pero os aseguro que es así. ¿Queréis consejos? Seguir, aguantar, sonreír, caerse, levantarse, luchar, seguir sonriendo, volver a caer, volver a levantar pero nunca dejar de luchar y siempre con la sonrisa en la cara. Pasar de lo que digan, que la gente a veces es más puta que la vida. ¿Que algo sale mal? Seguro que pasará, pero ahí es donde tienes que demostrar ser más fuerte, parar esos palos que te da la señora vida y no intentar devolvérselos, que eso sería peor. Tomarlo como un aviso y no como un hoyo de esos de los que no se sale, ya que de esos solo existe uno y se llama tumba. Otra clave es estar seguro de sí mismo, no creer en el no poder ni tampoco decaer. Seguir sonriendo. ¿Que hablan? Que sigan, a ti no te importa nada, todo lo escribe tu sonrisa. ¿Quieres llorar? No te escondas, destápate la cara, todos los valientes lloran, si no no son valientes. Da dos pasos, ahí tiene la sonrisa, da otro más y con todo eso ya tienes la felicidad.


jueves, 3 de enero de 2013

Las promesas de meñique no se pueden romper. XVII-

Si es verdad eso de que vivimos partidos en dos y nos pasamos la vida buscando nuestra mitad, yo ya he encontrado la mía. 

" Líneas para desahogarse: Todo va bien. No hay de qué preocuparse, o eso creo. Cuando todo falla, siempre está ella. Pequeña pero fuerte. Capaz de todo. Decidida. Segura de sí misma. Al igual que yo, sabe que todo va a salir bien. Quiero hablar de ella... 
Como ya he dicho es fuerte, muy decidida. Sabe lo que quiere y lucha por ello. ¿Se derrumba? Claro, es persona, pero siempre sabe cómo levantarse. Tiene sus cositas, pero como todo el mundo: está loca, pero sabe hacer sonreír. Sí, su sonrisa es lo que compensa todo. Yo sólo quiero que ella esté bien, es difícil, pero merece la pena, es ella. Es lo mejor que hay. Nunca nadie me había querido tanto, siempre está ahí, sabe alegrarme, sabe cuidarme, sabe lo que me gusta, se deja querer, es un pocobastante celosilla, tiene dos dedos de frente, se siente libre, se basta por sí misma pero a veces necesita ayuda, es la cosa más bonita que ha parido madre en este mundo, es bastante madura, vive el momento, da todo y más por los suyos, sabe valorar hasta la más ínfima estupidez, es una perfecta novia perfecta... Es única, necesito hacerla feliz, es difícil, pero lo voy a intentar.
Ahora quiero hablar de lo que ha pasado hoy... He vuelto a cagarla. Palabras. Sé que sólo es una mala racha, que nosotros podemos, pero aún así es imposible no tener miedo. ¿Cuál es el secreto? Confianza, sinceridad y tragar. Que me repatee el orgullo, lo merecía. Que escupa en él. Que me haga llorar, pero que ella esté bien (Sé que es un poco cruel y que ella no haría eso, pero si tuviera que hacerlo... adelante). Intento darlo todo por ella, a veces no se da cuenta, a veces la cago, a veces va bien. Pero siempre la quiero.
Sé que esto no sirve de nada, no espero que me perdone. Pero a mí me ayuda. Hablar bien de ella (la única manera que se me ocurre de hablar de ella) me hace feliz. Saber que esa cosa tan bonita está ahí, a 313 kilómetros, no siempre bien pero está. Sólo de pensar que podría salir bien... Despertar con ella; desayunar con ella; ver la tele con ella; comer(me a ella) con ella; estar con ella; mirarla y decirle que es lo mejor, que la amo, y darle las gracias por ser siempre tan... Ella. 
En resumen; las promesas de meñique no se pueden romper. 
Postdata: No quiero que te tomes esto como una disculpa, sólo como mi peculiar manera de desahogarme... Pero esto sí es una disculpa: Por favor, perdóname. Si ti no puedo.
Que sepas que eres lo mejor, pase lo que pase." 

Gracias Germán, eres lo mejor.